Si quieres SANAR y conectarte con tu verdadero Ser, lo primero que tienes que hacer es sanar tu cuerpo. Comienza por el interior… la alimentación es la base de todo. Si comes comida “chatarra”, ésta traerá pensamientos de la misma calidad a tu mente y en consecuencia tu realidad será un resultado de eso.

RESPIRA profundamente. Cada vez que puedas has 3 inhalaciones profundas, llevando el aire lo más profundo hacia tu estómago y expandiendo tus pulmones. Esta respiración dará oxígeno a tus células, te hará pensar con mayor claridad y te conectará con el presente, que es lo único que existe.
Continúa con tu cuerpo físico exterior, fortalécelo. Has ejercicio que mueva la energía de tu cuerpo, conéctalo con su poder. Fortalece tu zona abdominal porque e ahí donde está nuestro chacra del poder personal y habita nuestro fuego interno. Si la energía está estancada, nada fluirá.
Toma consciencia que además de un cuerpo físico, tenemos un cuerpo energético alrededor nuestro. Preocúpate de lo que te rodea, porque todo eso va afectando tu energía.
Regálate espacios de silencio y meditación. Una vez que hayas equilibrado tu cuerpo físico, te será más fácil mantener un estado mental tranquilo, lo que te permitirá ir limpiando tu mente de viejos pensamientos y patrones.
Existen muchos tipos de meditación y todos van fortaleciendo diferentes áreas del cerebro. La práctica de la meditación de la “Bondad Amorosa” nos conecta con la empatía y la compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás. Así va generando sentimientos de amor y comienzas a conectar con otros de una manera diferente. La meditación Vipasana te trae al presente y a sentir tu cuerpo a través de las sensaciones de éste. Te aleja del ruido mental y de pensamientos del pasado que te tienen atrapado en un momento que ya no existe y en un estado de ánimo que te quita posibilidades; además de quitarte la ansiedad hacia el futuro.
Prueba y encuentra la meditación que más te acomode y has de su práctica un hábito diario. Se necesitan horas de entrenamiento para que nuestra mente deje de seguir repitiendo los mismo patrones, cada día que aprovechas es un avance hacia tus metas. Sin darte cuenta empezarás a percibir los cambios, ya no estarás hiper reactivo a los estímulos del exterior y te será más fácil volver a tu centro. Existen varias aplicaciones que te pueden ayudar a comenzar tu práctica, yo uso Insight Timer, que tiene distintas meditaciones guiadas en español, también puedes usar el timer para meditar en silencio o con algún mantra personal. Todo va quedando registrado, puedes ver tus avances y las horas que llevas meditando.
No olvides tu ser espiritual, que es lo que nos conecta con el Todo. Antes de un cuerpo físico tuvimos un espíritu que nos trajo hasta aquí por alguna razón, Mantén viva esa conexión. Dicen que la meditación es cuando damos espacio para escuchar a Dios y la oración para hablar con él. Ésta es una poderosa herramienta que te ayudará a conectar con ese Ser Superior, que también habita en ti. Independiente de cuál sea tu religión, mantén una práctica de conversación con Dios. Si aprendiste alguna oración en tu infancia que te haga sentir esa conexión recítala como un mantra. Su vibración fortalecerá tu espíritu. A su vez, si te sientes cómodo repitiendo algún mantra, repítelo confiando en que está generando un efecto en ti.
La emoción con la que realizamos nuestras acciones es sin duda la que nos ayuda a que nuestros deseos se manifiesten. Cree, siente y confía en lo que estás pidiendo y creando y se hará realidad.
Por último, se agradecido; esto eleva nuestra vibración. Valora cada momento, cada encuentro, cada aprendizaje, incluso agradece por las “piedras del camino”, son ellas las que probablemente te moverán en otra dirección y quizás te lleven a lugares insospechados de crecimiento y realización.
Cuida de ti, desde tu ser físico, energético y espiritual, todo está unido, y el camino se irá abriendo para ti y para que tu propósito se manifieste y se haga realidad. Si no haces nada, todo seguirá igual y nunca sabrás lo que la vida te habría regalado si te hubieras hecho cargo.
Recuerda: Todos estamos aquí por una razón:
No dejes que las “nubes” no te permitan ver el sol.
Con amor,
Paula